• La comunicación. Una gran herramienta para educar.

    post 18.1

    Los seres humanos tenemos una capacidad única en el reino animal que es la del lenguaje, que nos ayuda a comunicarnos con los de nuestra especie.

    La única forma que tienen los niños para aprender a comunicarse es observando e interiorizando como nos comunicamos con ellos.

    Muchas veces no damos el valor que tiene lo que comunica un niño o lo que comunicamos a un niño, simplemente porque creemos que no es necesario, porque creemos que no nos entienden, porque no necesitan saber las razones por las que se hacen las cosas.

    Es muy importante que les hablemos y les expliquemos las cosas, es importante que no esperemos que nos entiendan como si fueran adultos formados y desarrollados plenamente. También es importante que nos les hablemos como si fueran seres inferiores. Hay que adaptar nuestras palabras a su edad y a su nivel de comprensión pero dando importancia a la comunicación que mantenemos con ellos.

    Hay que tener en cuenta, que es general, entienden más de lo que creemos, como adultos debemos saber lo que necesitan, y debemos explicar el por qué de las cosas, cual es la razón por la que, por ejemplo, no pueden salir descalzos a la calle, no pueden comerse una bolsa entera de chuches…

    Lo que les decimos y como se lo decimos moldea su personalidad, ellos se comunicarán como nos comuniquemos con ellos.

    ¿CÓMO PODEMOS MEJORAR LA COMUNICACIÓN CON LOS NIÑOS?

    • Ser consciente de cómo te comunicas. Observar que mensajes envías, de qué forma lo haces, que tono y volumen utilizas.
    • Da importancia a la comunicación no verbal, que no contradiga a la comunicación verbal. Si no están en sintonía crea confusión y generalmente se quedan más con el tono que lo dices que lo que dices.
    • Ser claros. Mensajes sencillos, concretos y con un lenguaje adaptado al niño. Sus razones, sus motivaciones, sus gustos, sus cosas… y darlo importancia, muestra interés y que el niño lo sepa. Es muy importante para su autoestima.
    • Ser empáticos. ponte en su lugar, entiende sus sentimientos, da importancia lo que es importante para él.
    • Ser sinceros. No les engañes, aunque creas que son mentiras “piadosas”. Dale las razones reales, el niño cree que los padres no son capaces de engañar, pero cuando se dan cuenta de que si cabe esa posibilidad, perderán poco a poco la confianza ciega que tiene por naturaleza y esa pérdida será perjudicial para vuestra relación.
    • Dialoga, charla, pide su opinión, utiliza el tiempo que pasáis juntos para estrechar la relación y afianza la confianza que tienen en ti y la seguridad que necesitan.
    • Da alternativas, deja que tomen decisiones, que sientan que son parte activa y que opinión se tiene en cuenta.

    post 18.3

    La verdadera comunicación no comienza hablando sino escuchando. La principal condición del buen comunicador es saber escuchar.

                                                                                                                                                     Mario Kaplún

    Cristina Núñez

    Responsable ERYCA

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